Juan Manuel Torres y Alejandro Guevara
El agua dulce disponible para la sociedad a nivel planetario representa tan solo el 1% del volumen total del preciado líquido (Gleick, 2003). A esta limitante se suman una distribución heterogénea del agua disponible y una creciente demanda de bienes y servicios que consumen una mayor cantidad de agua para diferentes usos. Tan solo el agua para la producción de alimentos consume más del 75% del agua dulce disponible anualmente, con lo que queda un porcentaje relativamente bajo para consumo humano directo. Este problema se agrava en localidades aisladas e incluso en entornos urbanos marginales sin acceso a sistemas públicos de distribución, o con interrupciones en el suministro.
En este escenario de creciente estrés hídrico, los gobiernos en varias regiones del globo desarrollan diferentes instrumentos de política pública y modalidades de infraestructura hídrica para gestionar una provisión segura y eficiente del agua. Al mismo tiempo, buscan que dichas soluciones tengan un mínimo impacto a los ecosistemas y que se asegure su sustentabilidad.
En este contexto los sistemas de captación de agua de lluvia (SCALL) han surgido como una alternativa viable para el abastecimiento de agua para consumo humano (Semaan et al., 2020; Sá Silva et al., 2022), particularmente en zonas urbanas con deficiente o nulo acceso a las redes de distribución de agua potable. La captación se realiza a partir de un área de captación, se filtra, trata, y almacena para su uso, que regularmente es inmediato. El área de captación usualmente la conforman los techos de las casas habitación/edificaciones, aunque techos de naves industriales, escuelas, estacionamientos o explanadas han sido igualmente usadas como áreas de captación de agua de lluvia (Campisano et al., 2017). La siguiente figura muestra el principio básico de un SCALL.
Independientemente del objetivo primordial de un SCALL que es proveer de agua de manera descentralizada a un hogar o conjunto de hogares, su instalación, administración y operación ofrecen ventajas sociales, económicas y ambientales, con potencial impacto no solo en el hogar donde se mejora la seguridad de abastecimiento de agua de buena calidad, sino también a otras escalas territoriales.
Dentro de los beneficios ambientales se pueden identificar:
- Si se combina con pozos de filtración, permite la reducción de agua de uso doméstico que fluye a través de la red de alcantarillado (Sample & Liu, 2014). Ello implica menor contaminación al tratarse un menor volumen de agua usada y menor volumen de agua gris o negra que impacta el subsuelo a través de las fisuras de la tubería.
- La reducción temporal de la demanda de agua de la red de abasto que se traduce en menor volumen extraído o trasvasado de otras fuentes, así como una menor pérdida de agua en la red de distribución; ambos efectos reducen marginalmente posibles impactos en ecosistemas y biodiversidad originados por el uso de agua de otras cuencas o del subsuelo (Campisano et al., 2017; Sá Silva et al., 2022)
- Reducción del consumo de la energía eléctrica usada en la gestión del agua (abstracción, extracción y conducción de agua) en comparación con los sistemas públicos de suministro. El ahorro puede significar una reducción en la producción de gases efecto invernadero (Sá Silva et al., 2022).
- Los SCALL tienen el potencial de infiltrar el agua excedente que es captada por el sistema y que no es posible almacenar. La infiltración en zonas locales a través de fosas sépticas, o fosas, pozos, zanjas o trincheras de infiltración producen el efecto ambiental discutido en el inciso i) y tienen el potencial de alimentar el manto freático de la localidad.
- La reducción del volumen de escorrentía de aguas pluviales (Teston et al., 2022).
Dentro de los beneficios sociales se puede señalar:
- Liberación de tiempo disponible para los miembros de la familia encargados del abasto de agua, en particular en zonas de deficiente o nula comunicación con la red de distribución pública de agua.
- Mejora en las condiciones sanitarias y en consecuencia la salud pública derivadas de mayor abasto de agua (Semaan, et al., 2020) siempre y cuando el agua haya seguido un proceso adecuado de filtración y tratamiento para garantizar el mejor uso dado su nivel de calidad. No olvidar que un uso no apropiado del agua captada, un manejo ineficiente o una potabilización deficiente tienen el potencial de generar problemas de salud.
- La reducción de la brecha de desigualdad para las mujeres, quienes regularmente son las responsables del abasto de agua (GOCM, 2023). Ello contribuye a su empoderamiento y liberación de tiempo.
- Mayor contribución a la generación de capacidades sociales y técnicas vinculadas a la instalación y mantenimiento de estos sistemas, con lo que potencialmente se genera la oportunidad de compartir experiencias de manejo de SCALL y capital social en torno a este tema.
Finalmente, dentro de los beneficios socioeconómicos se encuentran:
- Un ingreso disponible adicional derivado de un menor gasto asociado al abastecimiento de agua (Sá Silva et al., 2022);
- El abasto de agua para usos industriales (Nandi & Gonela, 2022);
- Reducción del costo asociado al daño ecológico que representa el suministro de agua en grandes urbes.
- La generación de un nicho de mercado para una actividad económica específica vinculada a la gestión, mantenimiento y reparación de SCALL.
- Independencia y seguridad hídrica ya que proporciona una fuente de agua alternativa en caso de restricciones o cortes en el suministro de agua municipal
Los SCALL urbanos tienen el potencial de ser un mecanismo útil para abordar el problema de escasez de agua en zonas urbanas de baja o nula conexión a los sistemas de distribución de agua. No obstante, persisten desafíos para una adopción y uso efectivos por parte de los usuarios que permita mejorar la calidad del agua captada y aprovechar al máximo la capacidad de almacenamiento, regularmente limitada en los entornos urbanos. La solución a estos desafíos elevará los beneficios socioambientales, reducirá los costos de instalación y operación del equipo y promoverá su uso masivo.
La inversión en adaptar un SCALL a un hogar no es pequeña y la recuperación de la misma puede tener un horizonte de 5-10 años dependiendo de la escala, características del SCALL y nivel de mantenimiento. De aquí que la inversión puede representar una enorme limitante en la población que potencialmente se beneficiaría más de un SCALL. Sin embargo, todavía existe un vacío importante de información que permita mejorar la gestión de riesgos de un SCALL, que identifique con mayor precisión los costos directos y de oportunidad de su instalación con base en su ciclo de vida, así como una valoración de los beneficios ambientales, sociales y económicos del SCALL. Esta información ayudaría a los potenciales usuarios a tomar la decisión sobre su adopción informada y la conveniencia económica, ecológica y social de adoptar un sistema para su hogar. De igual forma, serviría a autoridades y organizaciones que promueven el uso de estos sistemas y que incluso promueven su adopción a través del financiamiento total o parcial para su instalación. Tal es el caso de los programas “Cosecha de agua” de la ciudad de México, “Barrios de Lluvia” en Monterrey y, “Nido de lluvia” en Zapopan, entre otros.
Si bien, los SCALL son una alternativa con potencial para ofrecer múltiples beneficios es necesario mejorar la información sobre sus costos y beneficios en diferentes dimensiones a fin de recomendar su instalación específica.
Campisano, A., Modica, C., (2012). Optimal sizing of storage tanks for domestic rainwater harvesting in Sicily. Resour. Conserv. Recycl. 63, 9–16. https://doi.org/10.1016/j.resconrec.2012.03.007
Gaceta Oficial de la Ciudad de México (GOCM) (2023). Aviso por el cual se dan a conocer las reglas de operación del programa cosecha de lluvia 2023. https://www.sedema.cdmx.gob.mx/storage/app/media/CosechaDeLluvia/reglas-de-operacion-cosecha-2023.pdf
Gleick, P.H. 2003. Global freshwater resources: soft-path solutions for the 21st century. Science 302(5650): 1524-1528.
Nandi, S.& Gonela, V. (2022). Rainwater harvesting for domestic use: A systematic review and outlook from the utility policy and management perspectives. Utilities Policy, 77, 101383. https://doi.org/10.1016/j.jup.2022.101383
Sá Silva de, A. C. R., Bimbato, A. M., Balestieri, J. A. P., & Vilanova, M. R. N. (2022). Exploring environmental, economic and social aspects of rainwater harvesting systems: A review. Sustainable Cities and Society, 76, 103475. https://doi.org/10.1016/j.scs.2021.103475
Sample, D. J., & Liu, J. (2014). Optimizing rainwater harvesting systems for the dual purposes of water supply and runoff capture. Journal of Cleaner Production, 75, 174-194. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2014.03.075
Semaan, M., Day, S. D., Garvin, M., Ramakrishnan, N., Pearce, A. (2020). Optimal sizing of rainwater harvesting systems for domestic water usages: A systematic literature review. Resources, Conservation & Recycling: X, 6, 100033.
Teston, A., Piccinini Scolaro, T., Kuntz Maykot, J., & Ghisi, E. (2022). Comprehensive environmental assessment of rainwater harvesting systems: a literature review. Water, 14(17), 2716.