La diversidad en sistemas agroalimentarios es, en teoría, un componente fundamental de sistemas sustentables y resilientes (Altieri, 1999). Tal diversidad puede identificarse desde la diversidad genética dentro de los cultivos, pasando por la diversidad dentro de los campos y agroecosistemas, hasta la diversidad de alimentos dentro de las dietas y así como la diversidad alimentaria en todas las regiones. En varias ocasiones tal diversidad ha sido propuesta como una respuesta a los problemas que enfrentan no solo los sistemas agrícolas y alimentarios modernos sino también los problemas de salud humana y la del planeta (Chable et al., 2020).
Con base en estos principios se reconoce que los sistemas agroalimentarios actuales, caracterizados por un número reducido de cultivos básicos, no tienen ni los suficientes, ni los tipos correctos de diversidad de cultivos en la agricultura y en las dietas actuales que pudieran favorecer un urgente proceso de adaptación para mantener los rendimientos bajo climas cambiantes y condiciones regularmente inciertas del mercado.
Varios autores han demostrado que prácticas de diversificación de cultivos, combinadas con labores de cultivo apropiadas pueden ayudar a mejorar el control de poblaciones de malezas (malas hierbas) (Weisberger et al., 2019), contribuir a regular los ciclos biogeoquímicos en las parcelas de cultivo (Dwivedi et al., 2017), reducir la frecuencia e intensidad de enfermedades y plagas en los cultivos (Storkey et al., 2019), y por supuesto, reducir el riesgo económico a nivel de unidad de producción. Sin embargo, las tendencias actuales de los sistemas agroalimentarios muestran una dinámica inversa que favorece la simplificación y especialización regional de los sistemas de cultivo en todo el mundo (Abson, 2019) y con ello la aparición de una homologación de dietas.
A pesar de las bondades evidentes de la diversificación de cultivos para el proceso productivo, tal diversificación regularmente no constituye un fin para los agricultores. Ello se debe a que existen varios factores que impulsan, o, por el contrario, frenan el proceso de cambio de cultivo. Algunos de estos factores van desde consideraciones económicas (mercado del producto o los insumos necesarios para producirlo) hasta factores relacionados con el suelo o muchos otros aspectos vinculados al funcionamiento de la parcela (Cusworth et al., 2021). Cambios que podrían parecer tan simples en las prácticas agrícolas para favorecer la diversificación, como la rotación de cultivos, puede requerir modificaciones sustanciales para un agricultor derivadas de restricciones económicas, de mercado, técnicas, y del mismo entorno físico de la parcela.
Análisis regionales y locales de la diversificación de cultivos en México señalan un crecimiento de la superficie de hortalizas a costa de un desplazamiento de cultivos industriales y básicos, así como un crecimiento importante de la superficie en frutales. Estos cambios han permitido, en los últimos años, que el PIB agrícola mantenga un crecimiento, marginal pero sostenible, derivado de los cambios a cultivos más rentables (Pérez & Trujillo, 2019). Estas substituciones evidentemente también están ligados a un incremento de la temporada de empleo en regiones hortaliceras y frutícolas, lo que favorece el asentamiento de colonias de jornaleros agrícolas alrededor de localidades con agricultura protegida de cultivos altamente rentables, que a su vez desfavorece la transición hacia cultivos más rentables, al menos en el corto plazo, en las regiones que proveen de jornaleros.
Las Figuras 1 y 2 muestran los cambios relativos en la diversificación de grupos de cultivos calculada a través de un índice de concentración de Herfindahl-Hirschman (IHH) con base en datos del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) para el periodo 1992-2019 tanto en zonas de riego (Figura 1), como de temporal (Figura 2) y considerando la clasificación de grupos de cultivo del mismo SIAP.
En estas figuras se puede apreciar el fenómeno de retraso en la diversificación productiva en regiones proveedores de mano de obra descrito en el párrafo anterior. Compare los cambios en diversificación en los estados de Chiapas y Michoacán (menos evidente en los estados de Guerreo y Oaxaca donde el redondeo numérico no permitió observar el cambio en la reducción de la diversidad de cultivos), estados proveedores de mano de obra, con los cambios en las zonas de riego del norte del país.
Observe también que las zonas de riego en el norte del país muestran una reducción total en la diversidad de cultivos producidos derivado de la especialización promovida por incentivos a la agricultura para producir granos básicos. Las zonas centro y sur parecen mostrar una estabilidad en la diversificación derivado de la migración de mano de obra, restricciones físicas, técnicas y económicas. La dinámica se repite para las zonas de temporal (Figura 2) donde parece notarse el aumento en la diversificación en la zona del Golfo de México y en las extensas superficies semiáridas de cultivo de Durango y Zacatecas.
Figura 1. Cambio en la diversificación de cultivos en áreas de riego.
Figura 2. Cambio en la diversificación de cultivos en áreas de temporal.
La agregación de valores en las figuras 1 y 2 no muestra que a pesar de la concentración de cultivos (cereales e industriales) en algunas zonas, existe una dinámica hacia la diversificación productiva en el país, en algunas regiones mucho más acelerada que en otras. Sin embargo, esta dinámica si es posible observarla en la Figura 3, la cual muestra La diversificación por ciclo productivo a nivel nacional. Observe que las áreas de cultivo de riego, en particular las del ciclo Primavera-Verano, han tenido un notable incremento en la diversificación de cultivos; Jalisco, Veracruz y en particular Nayarit, son los estado representativos de este proceso; mismo que contrasta con la magra diversificación en las zonas de riego de Sinaloa, Sonora, y Tamaulipas en los ciclos Otoño-Invierno, donde más bien se observa una especialización de cultivos, en particular, granos básicos e industriales. No hay que olvidar que esta especialización estuvo promovida en gran medida por los incentivos a la producción de granos fomentada por el Gobierno Federal desde finales de los años 80’s hasta 2018.
Figura 3. Diversificación de cultivos por ciclo productivo y sistema de provisión de humedad.
En lo que respecta a las áreas de temporal es evidente una diversificación en aumento en el ciclo más importante, Primavera-Verano, mientras que parece haber una especialización para el ciclo Otoño-Invierno. Se requiere ampliar la investigación para descubrir los causales de estos patrones, sin embargo parece plausible hipotetizar que el crecimiento de la diversidad de cultivos en las zonas de temporal en el ciclo Otoño-Invierno deben estar vinculadas con la sustitución de cultivos más rentables. Por el contrario, la especialización en zonas de Temporal del ciclo Otoño-Invierno, debe estar ligada a factores climáticos, que día a día tienen mayor influencia en reducir las opciones de cultivo.
La Figura 3 también advierte una de las razones más importante de la diversificación, que es la obtención de mejores ganancias para los agricultores, al pasar de cultivos básicos a cultivos más rentables (frutas y verduras). Observe el claro aumento en la diversificación (particularmente en los ciclos importantes mostrados en línea continua) a partir de principio de los 90’s con a entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio que amplió las oportunidades para colocar productos agropecuarios a mejores precios en los mercados americano y canadiense.
No hay duda de que la diversificación de cultivos tiene enormes ventajas para los sistemas agroalimentarios. No obstante, es importante estudiar los efectos de un proceso de transición a estos sistemas más diversificados y sus impactos transversales, en particular a nivel regional y local. Por ejemplo, es necesario explorar si la diversificación en zonas de riego (orientada a cultivos más rentables) no está implicando mayor consumo de agua y más uso de agroquímicos. Aún más, parece necesario explorar si el mayor uso de agua de riego asociado a esta dinámica sirve para producir productos de exportación a un costo de oportunidad superior al precio real del agua utilizada. Por otro lado, vale la pena explorar cuales son las ventajas y desventajas de la especialización en el cultivo de granos promovida en el norte del país durante muchas décadas a través de programas de incentivos a la producción y reducción de riesgo, en términos de salud ambiental y autosuficiencia alimentaria. Por ejemplo, la falta de estos incentivos en años recientes ha promovido una crisis en la provisión de granos básicos en el país provocando un aumento notable en las importaciones de granos (muchos de los cuales son productos transgénicos) y la quiebra de muchos agricultores. Estos resultados hacen reflexionar sobre las formas más apropiadas de transitar hacia una mayor diversificación de cultivos y las necesidades tecnológicas, sociales y de mercado que se requieren para impulsar tal diversificación.
Sin duda, la diversificación de cultivos tiene muchas implicaciones a diferentes escalas territoriales y en diferentes dimensiones. De aquí que la transición a sistemas agrícolas más diversos debe ir acompañada de una transición en el mercado, en los gustos y preferencias de los consumidores (perfil de las dietas) y por supuesto de un acompañamiento técnico.
Literatura citada
Abson, D. J. (2019). The economic drivers and consequences of agricultural specialization. In Agroecosystem diversity (pp. 301-315). Academic Press.
Altieri, M. A. (1999). The ecological role of biodiversity in agroecosystems. In Invertebrate biodiversity as bioindicators of sustainable landscapes (pp. 19-31). Elsevier.
Chable, V., Nuijten, E., Costanzo, A., Goldringer, I., Bocci, R., Oehen, B., … & Rossi, A. (2020). Embedding cultivated diversity in society for agro-ecological transition. Sustainability, 12(3), 784.
Cusworth, G., Garnett, T., & Lorimer, J. (2021). Agroecological break out: Legumes, crop diversification and the regenerative futures of UK agriculture. Journal of Rural Studies, 88, 126-137.
Dwivedi, S. L., Van Bueren, E. T. L., Ceccarelli, S., Grando, S., Upadhyaya, H. D., & Ortiz, R. (2017). Diversifying food systems in the pursuit of sustainable food production and healthy diets. Trends in plant science, 22(10), 842-856.
Pérez, M. A. B., & Trujillo, J. M. H. (2019). Diversificación productiva y migración jornalera en México. Política y Cultura, (52), 61-85.
Storkey, J., Bruce, T. J., McMillan, V. E., & Neve, P. (2019). The future of sustainable crop protection relies on increased diversity of cropping systems and landscapes. In Agroecosystem diversity (pp. 199-209). Academic Press.
Weisberger, D., Nichols, V., & Liebman, M. (2019). Does diversifying crop rotations suppress weeds? A meta-analysis. PLoS One, 14(7), e0219847.