En semanas recientes hemos sentido el súbito aumento de temperatura en todo el país a tal grado que se reconoce a México como el país con mayor incremento de temperatura en las primeras semanas de junio de este 2023 (NOAA, 2023ª). El aumento de temperatura está vinculado con dos fenómenos cíclicos: el regreso de “El Niño” y la formación de una extensa zona de alta presión (anti-ciclón) asociada de una u otra forma al súbito aumento de temperatura vinculada al fenómeno de El Niño o ENSO por sus siglas en inglés (El Niño Southern Oscilation). Esta zona de alta presión evita el ingreso de humedad a una extensa zona del occidente y centro del país lo que multiplica el efecto de sequía de la fase de El Niño de ENSO.
Hacia finales del año pasado las probabilidades del regreso de ENSO eran relativamente bajas, sin embargo, conforme fue avanzando el año la temperatura en el Pacífico fue subiendo hasta lograr los 2.5°C de desviación respecto al promedio (anomalía) en la zona Niño 1+2 (entre los paralelos 0°-10°S, y meridianos 90°W-80°W) y hasta 0.8° en abril en la zona Niño 3.4 (5°N5°S, 170°W-120°W) (NOAA, 2023a) del Pacífico ecuatorial (Figura 1). Las proyecciones muestran que es muy factible que la franja de alta temperatura en el Pacífico de ± 5° de latitud norte y sur logre un aumento superior a los 0.5°C durante un mínimo de 5 meses consecutivos, anomalía con la cual se define un ENSO.
Figura 1. Aumento de temperatura en el Pacífico central
Tomado de NOAA, 2023b
Sin duda ENSO altera la precipitación y la temperatura, por lo que debemos esperar (ver cuadro 1) cambios importantes en el patrón de estas variables climáticas. Por ejemplo, un efecto es el cambio en la frecuencia de huracanes, dado que ENSO inhibe la formación de huracanes (ciclones tropicales) en el Atlántico y estimula su frecuencia en el Pacífico central y del este. En general, se espera un verano con baja precipitación que afectará a la región centro y sur del país y con ello afectaciones en el sector agropecuario, particularmente en la cosecha más importante que es la de Primavera-Verano. En contraste, se espera un verano relativamente húmedo para la región norte del país, lo que podría ayudar a las cosechas de cultivos como frijol sorgo y trigo si el efecto de este aumento de humedad no es tan intenso como ha sido el caso de los más recientes ENSO’s.
Cuadro 1. Efectos de ENSO en la distribución de precipitación
Tomado de Guevara-Polo y Mijares-Fajardo (2021).
ENSO siempre viene en mal momento porque cambia los patrones establecidos de cultivo y las expectativas de precipitación y humedad de los productores, con lo que los hace más vulnerables durante el ciclo agrícola provocando alteraciones sobre la disponibilidad de agua de lluvia e indudablemente tiene efectos importantes en el volumen de cosecha. Sin embargo, este año, ENSO se acompaña de una extensa zona de alta presión en el Occidente-Centro del país, lo cual ocasiona la sequía temporal que estamos padeciendo este mes de junio. El problema con este fenómeno es que puede ligarse con la canícula estacional común en varias regiones del país, lo que reduciría notablemente la precipitación en la temporada donde más necesaria es el agua para los cultivos (junio-julio) del ciclo primavera-verano, con la consecuente reducción de rendimiento y producción.
Aunado a estos problemas meteorológicos que va a provocar ENSO a lo largo del año, se suman varios problemas en el sector rural que conforman la tormenta perfecta para afectar el sector agropecuario comercial, esto es, aquel sector que produce productos agropecuarios, en particular granos, para colocar en el mercado (en contraste con los productores de autoconsumo). El primero, la cosecha Otoño-Invierno de maíz y otros granos básicos, que sucede desde hace varias semanas (de febrero a abril) no ha tenido el apoyo gubernamental al precio del maíz, y por otro lado ha enfrentado la introducción (importación), a precios bajos, de volúmenes importantes de este grano provenientes de países con enormes subsidios para la producción de cereales, en particular nuestros vecinos del norte. En el primer caso se han eliminado los apoyos para sostener un precio alto para productores comerciales de escala grande. En el segundo, se ha abierto la frontera a la entrada de maíz (mayormente transgénico) a través de varios decretos que permiten su importación incluso sin aranceles.
Esta combinación de factores hace que los productores de alta tecnología y escala de producción que no gozan del actual programa “precios de garantía” enfrenten precios de mercado ligeramente más bajos de sus costos de producción, con las consecuentes pérdidas, y en varios casos, con grandes deudas a la banca o incluso sufrir quiebra o bancarrota. El resultado es múltiple, desde el cambio de actividad de varios productores, la bancarrota de varios productores y empresas de producción primaria de alimentos, y por supuesto, el menor incentivo para producir maíz en años futuros y con ello la ampliación de la dependencia de maíz de la producción fuera del país. Solo basta recordar que gracias a estos productores contamos con una proporción importante del maíz demandado durante el primer semestre del año.
Sin duda podría parecer que el subsidio a estos productores, regularmente de alta escala y tecnología es inequitativo. Parecería que usar esos recursos para subsidiar a los productores pequeños y de menor producción sería más equitativo, sin embargo, estos últimos no producen el volumen demandado en el país ni en cantidad, ni en la época requerida.
Es importante señalar que la situación bien puede atribuirse a una estrategia de comercialización errónea por parte de las autoridades. La apertura del mercado pudo haberse controlado en volumen y en precio a través de aranceles y cuotas de importación, lo cual hubiese permitido lograr un precio ligeramente más alto y la seguridad de colocación de toda la cosecha otoño-invierno antes de la entrada de los volúmenes de importación. Sin embargo, la estrategia comercial seguida solo consiguió alimentar las utilidades de los grandes importadores quienes no redujeron el precio y si saturaron una alta proporción de inventarios.
El segundo elemento de la tormenta perfecta es la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, organismo que apoyaba a los productores con diferentes formas de crédito y aseguramiento. Su extinción, deja a los productores con necesidades de crédito al accionar de la banca privada, agiotistas, prestamistas y usureros. El resultado esperado es predecible, menor inversión para los siguientes ciclos, mayor aversión de los productores a producir cultivos de mercado incierto, y el aumento en la vulnerabilidad de los productores a lo largo de un año donde ENSO podría ampliar el riesgo natural de cualquier productor agropecuario.
Sin duda la combinación de factores naturales y la falta de pericia en manejar los instrumentos de política pública ha provocado una situación que pone en riesgo la disponibilidad de granos producidos en el país en los siguientes meses y ha afectado notablemente a un sector de productores agrícolas, que si bien tienen más recursos, su producción resulta esencial para lograr una soberanía alimentaria y reducir el riesgo ambiental y quizás de salud (no probado pero latente) que se compra con la introducción de granos genéticamente modificados.
Referencias
Guevara-Polo D. y Mijares-Fajardo R. (2021). El Niño Oscilación del Sur (ENSO) y sus efectos sobre la precipitación en México. Entorno UDLAP, 15. El-ninio-oscilacion-del-sur-Entorno-UDLAP.pdf
National Oceanic and Atmospheric Administration. (NOAA) (2023b). NOAA declares the arrival of El Nino. Junio 2023. https://www.weather.gov/news/230706-ElNino
National Oceanic and Atmospheric Administration. (NOAA) (2023a). Sistema de alerta de ENSO: Junio 2023. https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_advisory/figura02.gif