Opinión de Marina Leal Pérez
El Covid no sólo afecta a la salud y la sustentabilidad, sino también a la parte económica y social, pero creo que las empresas con visión e inteligencia van a tomar los efectos de la pandemia como una oportunidaad. Es preciso que las estrategias que prevean en el corto plazo tengan como finalidad asegurar o, al menos, potenciar la capacidad de resiliencia en el largo plazo.
En este tiempo, a nivel global, la balanza va a definir posturas que nos lleven hacia políticas proteccionistas o que busquen la globalización y la internacionalización; incluso que nos lleven a un nivel de democracia o de régimen más autoritario y en ese sentido, las empresas tienen que buscar cómo sobrevivir, cómo adaptarse al cambio, cómo ser resilientes y cómo replantear su sobrevivencia.
Creo que este momento ofrece una oportunidad para que empresas y gobiernos piensen cómo interactúan y como se van a posicionar desde el punto de vista socioambiental y sustentable.
Los efectos del Covid tienen que ver con desempleo y esto lleva a la pobreza, escasez de algunos recursos y conflictos por esos recursos escasos. Esto genera enojo contra el gobierno por la percepción de que debería proveer esos recursos, y enojo contra las empresas que utilizan ciertos recursos que son escasos para las comunidades.
La percepción de vulnerabilidad y de escasez exacerba el miedo y la incertidumbre, sobre todo cuando se ven liderazgos débiles y estrategias poco claras. Esto puede desencadenar mayores problemas socioambientales y la única manera de revertir eso es creando una nueva forma de relación.
Considero que las empresas deben tomar el liderazgo y, sin esperar a que surjan los conflictos, ir a las comunidades, escuchar sus temores y ayudarlas a pensar en alternativas más certeras que les ayuden a desarrollarse y a generar cambios en sus condiciones de vida. La cercanía por parte de las empresas, con esta nueva forma de relación, puede evitarles mayores pérdidas producidas por los conflictos y generar vínculos de confianza y alianzas por parte de las comunidades y por su parte, el gobierno debería invertir realmente en las comunidades, sin paternalismos, para que se desarrollen desde una perspectiva de sustentabilidad.