Las Plazas y Centros Comerciales se distinguen por sus edificaciones construidas sobre grandes superficies donde se incorporan empresas minoristas que ofertan mercancías y servicios básicos y especializados, lo que permite el desarrollo de conjuntos multifuncionales donde se lleva a cabo un flujo diversificado, integrado y continuo de consumo (Gasca-Zamora, 2017). No obstante, los grandes Centros Comerciales, parecen ser mucho más que esto, ya que, a pesar de su vinculación a espacios privados, de acceso controlado y una homogeneidad social fuerte, parece existir consenso en los trabajos referentes a los centros comerciales en grandes ciudades latinoamericanas acerca de la función que cumplen hoy día en términos de sociabilidad urbana (Hiernaux, 1999; Duhau y Giglia, 2004; Lulle y Paquette, 2007).
En la Ciudad de México los Centros Comerciales tienden a cumplir en la actualidad, al menos en parte, con las funciones propias del espacio público de la ciudad. Desde la edificación de Plaza Universidad en 1969 hasta 1984 se construyeron en la ciudad 34 Centros Comerciales que iniciaron un proceso de diversificación de su oferta bajo esquemas que complementaron productos y servicios básicos con servicios especializados y amenidades (Gasca-Zamora, 2017). Posterior al sismo de 1985, se edificaron nuevos Centros Comerciales en contextos residenciales suburbanos consolidados y periurbanos como Plaza Lindavista (1990) y Vallejo 2000 (1994), así como en zonas de negocios y corredores comerciales y financieros suburbanos y pericentrales de la ciudad, como Pabellón Polanco (1990), Galerías Insurgentes (1992) y Plaza Insurgentes (1996). Posteriormente, nuevos Centros Comerciales se localizaron en zonas sujetas a procesos de reciclamiento urbano sobre enormes predios, como los registrados en los casos de Moliere Dos22 (2003), que se levantó donde se ubicaba un colegio de jesuitas, y Parque Delta (2005), que ocupó el predio del antiguo parque de béisbol perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social. Finalmente, durante las dos administraciones anteriores de la Ciudad de México (2006-2018), se construyeron un total de 108 nuevos Centros Comerciales a lo largo de toda la capital, destacando las alcaldías de Iztapalapa con 20, Cuajimalpa y Álvaro Obregón con 15 cada una, Cuauhtémoc, Tlalpan y Coyoacán con 9 nuevos centros comerciales cada una. Se trata principalmente de plazas superiores a 5 mil y menores a 20 mil metros cuadrados de construcción, en medio de colonias de clase media o populares, y cercanas a otras grandes tiendas[1].
Este paraíso de Centros Comerciales en el que se ha convertido durante los últimos años la Ciudad de México, y que ha permanecido cerrado por más de 100 días a causa de la emergencia sanitaria por COVID-19, reabre el próximo lunes 6 de julio al 30 % de su capacidad, buscando activar de nuevo la economía de la ciudad, pero habilitando al mismo tiempo un gran atractor de personas ávidas de convivencia social. Ya que muchas veces basados en la idea de plaza pública (de ahí sus nombres de “plazas”, “patios”, “terrazas”, “oasis”, “parques”, etc.), estos lugares destinan una parte de su superficie al uso colectivo y reproducen lo que sería un ambiente urbano de sociabilidad con espacios abiertos, bancas, áreas verdes y cuerpos de agua, luminarias y seguridad que recrean espacios adecuados para que las personas puedan relacionarse entre sí. Actualmente, la Ciudad de México cuenta con 1,126 Plazas y Centros Comerciales que cuentan con 12,840 establecimientos de los cuales 263 corresponden a Tiendas Departamentales. De estos 12,840 establecimientos, el 82.5 % corresponde a negocios con hasta 5 empleados, mientras que el 1.7 % corresponde a establecimientos con más de 100 empleados (Figura 1).
Mientras que las Plazas Comerciales están ubicadas principalmente en los usos de suelo comerciales centrales de la ciudad, la mayoría de los Centros Comerciales están localizados sobre importantes áreas residenciales medias, con una mayor presencia en la parte poniente y sur de la metrópoli y sobre ejes urbanos comerciales y áreas terciarias. Así, podemos destacar la presencia de una gran cantidad de Plazas Comerciales sobre la parte central de la ciudad, destacando aquellas ubicadas sobre la avenida Eje Central Lázaro Cárdenas. Con respecto de los Centros Comerciales, destacan su presencia en avenida Cuauhtémoc y su prolongación hacia avenida Universidad; avenida Revolución; sobre Insurgentes en su segmento centro y sur; a lo largo de avenida Miramontes y Acoxpa en la zona de Villa Coapa y en el segmento poniente del periférico. En el caso de áreas con una importante actividad terciaria, destacan Polanco, la zona de Santa Fe y Cuicuilco, lugares donde los centros comerciales han tendido a integrarse en áreas financieras, complejos corporativos y de oficinas (Gasca-Zamora, 2017).
Las plazas y centros comerciales con mayor número de establecimientos son: Plaza de la Tecnología, Frikiplaza, Plaza Meave, Plaza Teresa, Plaza Mesones, Plaza San Ciprian, Plaza Fan Center, Plaza Galerías de las Estrellas, el Centro Comercial San Martin Xochinahuac y Plaza Pino Suarez, ubicadas dentro de las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco y Venustiano Carranza. Con respecto de la afluencia a Centros Comerciales, los primeros 10 mas visitados en la ciudad (Fórum Buenavista, Plaza Oriente y Parque Tezontle, Perisur, Parque Delta, Santa Fe, Galerías Coapa, Centro Coyoacán, Plaza Universidad y Parque Lindavista), tenían para 2015 una afluencia promedio de 1.5 millones de visitantes al mes [2].
Con la reapertura de Tiendas Departamentales, Plazas y Centros Comerciales en la Ciudad de México, algunos de ellos, con variaciones que se relacionan con su cercanía y accesibilidad en cada colonia, se van a convertir en la primera opción de esparcimiento de muchas personas que han estado confinadas durante los últimos 3 meses, por lo que las autoridades de la ciudad y la sociedad, deberemos estar atentos al cumplimiento de las estrictas medidas sanitarias que incluyen entre otras, el aforo controlado de visitantes, el uso correcto de cubrebocas y la sana distancia entre las personas.
* La presente nota forma parte de la información generada por el proyecto “Construcción de modelos de agrupamiento espacial para el apoyo a la toma de decisiones sobre las políticas públicas de contención geográfica que puedan ser implementadas en México durante y después de la crisis por COVID-19” de la Convocatoria Ibero Frente al COVID19 para enfrentar los efectos de la pandemia por COVID-19 en México.
REFERENCIAS
Duhau, E., & Giglia, Á. (2004). Espacio público y nuevas centralidades: dimensión local y urbanidad en las colonias populares de la ciudad de méxico. Papeles de población, 10(41), 167-194.
Gasca-Zamora, J. (2017). Centros comerciales de la Ciudad de México: el ascenso de los negocios inmobiliarios orientados al consumo. EURE (Santiago), 43(130), 73-96.
Hiernaux Nicolas, D. (1999). Los frutos amargos de la globalización: expansión y reestructuración metropolitana de la ciudad de México. Eure (Santiago), 25(76), 57-78.
Lulle, T., & Paquette, C. (2007). Los grandes centros comerciales y la planificación urbana. Un análisis comparativo de dos metrópolis latinoamericanas. Estudios demográficos y urbanos, 22(2), 337-361.
[1] El ‘boom’ de los centros comerciales en CDMX: 108 plazas nuevas en 12 años. Rafael Cabrera. Aristegui Noticias. 14 de junio de 2018. Disponible en: https://aristeguinoticias.com/1407/mexico/el-boom-de-los-centros-comerciales-en-cdmx-108-plazas-nuevas-en-12/
[2] Fuente: (Gasca-Zamora, 2017) con datos del 2015 obtenidos de medios de comunicación y páginas web de empresas desarrolladoras.