- I. Los aliens (antes extraterrestres)
Entre el 19 y el 20 de junio, algo pasó y algo no pasó. Yo no podía dormir, estaba un poco inquieta porque esa noche, estaba calculado que el “Alberto” tocaría tierra en la madrugada, a la altura de Tampico y muy probablemente lo haría como huracán categoría 1. Tal vez muchas personas no lo sepan, pero el sur de Tamaulipas (como todo el Estado, y gran parte del país) atravesó una sequía muy fuerte entre abril y mayo del 2024, el sistema lagunar de Tampico estaba totalmente afectado, las industrias dejaron de operar por falta de agua y Alberto significaba lluvias, pero a la vez, implicaba el temor de un huracán tocando tierra en uno de los municipios con mayor densidad poblacional de todo el país. Así que ahí estaba yo, como a las 4 de la mañana y empiezo a leer cosas como “Los aliens protegen a Tampico de tormentas y huracanes” y de ahí en adelante, notas de periódico, memes (unos buenísimos) cualquier cantidad de comentarios en redes. Y pues sí, Alberto sólo fue una tormenta tropical que no le hizo nada a Tampico, dejó un poco más de daños en Nuevo León, y eso sí, trajo bastante agüita al Estado
- II. Chaac vs. Poseidón
Beryl, el primer huracán de la temporada del Atlántico tiene su propia historia, se formó a principios de julio en las aguas del caribe, pasó por Granada, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Jamaica, en donde alcanzó la categoría 4, después se desplazó hacia México, entró por las costas de Quintana Roo con categoría 2, se desplazó por la península de Yucatán, de la cual salió siendo una tormenta tropical y el lunes tocó tierra en las costas de Texas como categoría 1. Además de su cambiante trayectoria e intensidad, Beryl trajo al debate de las redes sociales, la presencia de una estatua de fibra de vidrio que representa al dios griego Poseidón, en el puerto de progreso en Yucatán. Alguien tuvo la ocurrencia de decir que esto era una especie de afrenta a Chaac, deidad Maya, vinculada con el agua y la lluvia y esto derivó en “explicaciones” de por qué se inunda Yucatán, al grado de que hubo una convocatoria para remediar el asunto, la cual, por cierto, ya fue cancelada.
- III. ¿Y la vulnerabilidad?
Las y los mexicanos, no somos tontos, partamos de eso, y los memes, y el pensamiento mágico, pueden ayudar a pasar el rato, pero lo que necesitamos, es aprovechar el momento para poner el foco en lo que realmente importa: comprender el porqué de los desastres y las condiciones que los provocan.
Hay una frase -mucho menos trillada de lo que me gustaría- que es contundente “Los desastres no son naturales” y apela a la importancia de comprender qué es lo que genera una situación de riesgo y de qué depende que se convierta en un desastre.
Tres elementos son centrales
- el riesgo está en función de la amenaza y la vulnerabilidad.
- la amenaza que “refiere a la posibilidad de la ocurrencia de un evento físico que puede causar algún tipo de daño a la sociedad” (Lavell 2001)
- la vulnerabilidad que “se refiere a una serie de características diferenciadas de la sociedad, o subconjuntos de la misma, que le predisponen a sufrir daños frente al impacto de un evento físico externo, y que dificultan su posterior recuperación” (Lavell 2001)
Es decir, la amenaza tiene que ver con la probabilidad de que ocurra un evento, la vulnerabilidad tiene que ver con las condiciones de la sociedad -y los asentamientos humanos, los ecosistemas y las actividades económicas- en donde ocurre dicho evento. El desastre es cuando se conjunta la amenaza y la vulnerabilidad. La magnitud del desastre depende de la magnitud de la amenaza, y la magnitud de la vulnerabilidad.
¿Sabemos a qué amenazas estamos expuestas/os? ¿sabemos cuáles son las condiciones de vulnerabilidad de nuestra familia/ ciudad/ país frente a esas amenazas? Los siguientes meses estaremos, desde esta página, repasando conceptos y reflexionando más sobre el tema.
Referencias:
Lavell, A. (2001). Sobre la gestión del riesgo: apuntes hacia una definición. Biblioteca Virtual en Salud de Desastres-OPS, 4, 1-22.
¿Dónde saber más?
La temporada de huracanes inicia el primero de junio y concluye el 30 de noviembre, así que les invito a estar pendientes de información clave en las siguientes páginas:
Para saber más de las amenazas de origen hidrometeorológico en México, está el Servicio Meteorológico Nacional y Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED):
https://www.gob.mx/cenapred/es/articulos/la-temporada-de-ciclones-tropicales-2024-ya-comenzo
https://smn.conagua.gob.mx/es/observando-el-tiempo/imagenes-de-satelite
A nivel global, esta página da para pasar mucho tiempo:
Para saber más de las vulnerabilidades, comencemos con el Atlas Nacional de Riesgos del CENAPRED y con el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC)
http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/
https://atlasvulnerabilidad.inecc.gob.mx/
Muchas personas muy inteligentes han escrito sobre eso, les invito a explorar la Red de estudios sociales de Prevención de desastres para América Latina (https://www.desenredando.org/public/)